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Los troncos se zambullen por tradición en el Xúquer

 


La «Maerà d’Antella» batirá hoy el récord de toneladas de madera

La costumbre fue declarada a final de año Patrimonio de la Humanidad

Troncos de madera depositados junto al Xúquer para la "maerà"

Troncos de madera depositados junto al Xúquer para la "maerà" FERMÍN GARCÍA

La 11ª edición de la «Maerà» de Antella llega cargada de novedades tras ser declarada el pasado mes de noviembre Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Este año cuenta con la participación de más gancheros, entre ellos destaca Dani Miquel y su hijo, tres campaneros de Albaida y los festeros de Antella, que se incorporarán después de que se conquiste el tramo inicial, que es el más difícil debido a la intensa corriente. Además, también estarán presentes en esta ocasión los Navateros de La Val D’Echo y los Gancheros del Alto Tajo. Este año buscan batir la cantidad de leña transportada superando las treinta toneladas del año pasado, repartidas en troncos que varían entre los cinco y diez metros de longitud.

Leo Part, presidente de la asociación de Maeros del Xúquer, avanzó ayer que, «al igual que el año pasado, también acudirá la Muixeranga de Algemesí con más gintegrantes, lo que permitirá que las torres humanas sean más altas, hecho que confirma la buena relación existente entre las dos agrupaciones». Asimismo, también contarán con la participación de los campaneros de Albaida, cuya tradición de toque de campanas manuales también fue declarada patrimonio de la Unesco. Los campaneros también disfrutaran de una visita por la iglesia de la localidad durante la próxima semana.

Esta vez será un solo día

La «maerà «dará comienzo a las 10 de la mañana desde Sumacàrcer y el recorrido seguirá el río Xúquer hasta llegar a Antella a las 20 horas, donde se procederá a retirar los troncos. A diferencia de las anteriores ediciones, esta vez se realizará en un solo día ya que, como destaca Part, «se originan muchas masificaciones y la madera cuanto más tiempo está en el agua más pesa, por lo tanto más cuesta transportarla». Otra de las razones es debido a que guiar los troncos requiere mucha energía y realizarlo en dos días era un ardua tarea para los participantes.

El domingo se realizarán talleres enfocados a los más pequeños para que no se pierda este oficio milenario, que desapareció en la localidad con la construcción del pantano de Tous en los años setenta.

Prat reclama que «esta tradición mundial milenaria se conozca, por eso está abierta a todo el mundo». Durante la próxima semana estará abierta al público una exposición de fotos, trajes y más elementos de esta tradición.

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